El docente dedicado al ámbito infantil debe estar bien preparado en relación con su rol, para asumir la tarea de educar a las nuevas generaciones, y ello implica no solo la responsabilidad de transmitir conocimientos básicos para el preescolar, sino también el compromiso de afianzar en los niños valores y actitudes necesarios para que puedan vivir y desarrollar sus potencialidades plenamente, mejorar su calidad de vida, tomar decisiones fundamentales y continuar aprendiendo.
La importancia del juego libre en el aprendizaje y el desarrollo infantil
El juego es motor de actividad física del niño. Es también un medio donde socializan . A través de los juguetes se establecen las primeras interacciones con el adulto, primero, y con sus iguales, después. Un poco más tarde, a través del juego, el niño puede exteriorizar e interiorizar sus emociones, sentimientos y creatividad El juego es sinónimo de recreo, diversión, alborozo, esparcimiento, pero el niño también juega para descubrir, conocerse, conocer a los demás y a su entorno.
Los juegos preparan al hombre y a algunas especies animales para la vida adulta. Algunos son importantes para la supervivencia de la especie, por lo que se pueden considerar como juegos de tipo educativo.
De los 0 a 3 años juego y movimiento están muy relacionados. En estas primeras edades, el desarrollo psicomotor grueso (desplazarse, saltar, correr, etc.) y fino (manipulación) cobran mucha importancia.
- Alrededor de los 3 años, el hito más importante en el desarrollo del niño es el surgimiento de la capacidad de simbolizan (hacer que una cosa sea otra diferente a lo que es en la realidad; por ejemplo, hacer que un simple palo sea un peine, o un avión que vuela, un micrófono para cantar, una cucha rita para darle de comer a la muñeca, etc.). Junto al juego simbólico aparece una poderosa herramienta de expresión de los propios intereses y de la forma personal de interpretar las cosas: el lenguaje oral.
Las acciones del juego en estas edades son repetitivas. Es un juego sin finalidad determinada que se repite de una forma monótona una y otra vez.
- De los 3 a los 6 años el juego sigue siendo movimiento sin perjuicio de la comunicación y la representación. Es en este momento en el que los juegos de casitas, papás y mamás, de médicos, etc., sirven para que los niños/as puedan entender el mundo adulto y sus relaciones entre ellos, con los niños/as y con el medio.
En este momento las acciones del juego son un reflejo de las acciones que el niño observa en su vida cotidiana y real.
- A partir de los 6 años, el juego como actividad física pasa a ser la práctica de algún deporte en el que tendrá que cumplir unas normas y reglas. Aparecen en estas edades los aspectos morales dentro del juego, que tendrán un papel muy importante en esta etapa del desarrollo (los juegos de mesa colectivos son un claro ejemplo de ello). Es aquí y ahora cuando se aprende a competir y a cooperar, a sentir el éxito y el fracaso. El juego es más social que nunca.
Las acciones en el juego se hacen más sofisticadas. Se asumen papeles no reales, no vividos por el niño en primera persona. También papeles imposibles, imaginarios y fantásticos. Las acciones cobran una variedad infinita.
A esta edad, de los 6 a los 12 años, es muy importante iniciar al niño en el amor por la lectura. Un buen libro puede ser un excelente juguete. Desde hace unos años también a esta edad, los niños se inician en el manejo de las nuevas tecnologías.
En la actualidad la oferta de juegos electrónicos es infinita. Ofrece todo tipo de posibilidades positivas para el buen desarrollo cognitivo-conceptual de los niños (juegos de memoria, de atención, de percepción, de lenguaje, etc.). Es esencial el buen uso de ellas.
desarrollo cognitivo
El juego pone en marcha las habilidades cognitivas del niño, en cuanto que le permiten comprender su entorno y desarrollar su pensamiento.
Por ejemplo, un niño que juega con una granja de animales, figuras…etc., irá conociendo las piezas del juego, se las dirá un adulto u otro compañero, descubrirá los diferentes tipos de animales que hay, comprenderá cómo funcionan los objetos (rodar el tractor, abrir la ventana de la granja..), y aprenderá también a utilizarlos adecuadamente.
desarrollo social
El niño puede jugar solo con sus juegos, pero cuando algún compañero participa en su actividad, es la ocasión de compartir, de tener en cuenta a los otros, de relacionarse. Le permite, en definitiva, comunicarse.
El juego con los iguales y con los adultos es un potente instrumento que facilita su desarrollo social en cuanto que se aprenden los rudimentos de la reciprocidad -dar y recibir-, y la empata.
En el juego simbólico, al principio, las representaciones se centran en la vida más cercana de los niños (el uso de las cosas de la casa, los roles familiares…), para luego centrarse en la representación de situaciones más alejadas de su vida habitual (representar diferentes profesiones) o dar vida a personajes de ficción.
El niño decide la vida de los personajes de sus juegos: lo que hacen, durante cuánto tiempo, de qué manera, quién está implicado…. Además les presta sus sentimientos y emociones – la expresión de sí mismo -.Por otra parte, el equilibrio emocional que se consigue con el juego es un estado placentero que siempre se tiende a buscar.
Desarrollo emocional
Los juegos de representación de escenas de la vida cotidiana, de reproducción de cuentos y de situaciones imaginarias, implican la reconstrucción y puesta en escena de los conocimientos que ya se tienen. Así pues, en este tipo de juegos, los niños se hablan empleando el tono adecuado a los papeles que simulan, se expresan emociones propias de esos papeles, se ajustan las actitudes…. En este sentido cuando el niño juega simbólicamente, deforma la realidad, adaptándola a sus deseos. De esta forma en el juego, él domina una realidad que, fuera del juego, le domina a él.
Desarrollo motor
El juego estimula el desarrollo motor del niño ya que constituye la fuerza impulsora para realizar la acción deseada.
Por ejemplo, el bebé que quiere coger un objeto que está lejos tiene que gatear para llegar hasta él, utilizar sus músculos, su matricida gruesa. Al coger el objeto, el niño utiliza los pequeños músculos de sus manos, lo que se denomina motricidad fina. Asimismo, ejercita la coordinación óculo manual para fijarse en el objeto y llegar a cogerlo con la mano.
Bibliográfia
https://eligeeducar.cl/juego-libre-elemento-fundamental-desarrollo-infantil-temprano
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https://eligeeducar.cl/juego-libre-elemento-fundamental-desarrollo-infantil-temprano
https://www.youtube.com/watch?v=WKhimsa8p8s
presentado por :
Alejandra Bibiana Tejada
Gladys Marcela Tejada